Entre pinceles y pinturas...

¡Resulta que sí que sé pintar con acuarela!


Así que... ya tengo siguiente paso... ilustrar. Y es verdad que no necesito nada, más que una hoja de papel. Es como escribir, es infinito. Me encantan esas ocupaciones que son infinitas y que no necesitan nada más que mirar.  Como hacer fotos. No necesitas nada, más que salir y mirar

Y hablando de salir, ayer visitamos el museo Sorolla. Que resulta ser la casa donde vivió el pintor valenciano. Está en el Paseo General Martinez Campos, 32. Y los sábados, ¡¡a partir de las 14:00 horas es gratis!!



Yo tenía muchas ganas de ir porque sabía que el patio era algo parecido a la cafetería del Museo del Romanticismo. Pero es que es aún más bonito. Tiene un suelo de baldosas y azulejos, fuentes pequeñas por todas partes, ¡naranjos! que sabéis que huelen muy bien y además es un rincón sombreado que da una tregua en Madrid; a estas alturas del año hace tanto calor... 
Algunas estatuas sin cabeza adornan las esquinas y los bancos. La única pena es que el agua no esté más limpia.

La casa tiene una cristalera que mira a este mismo jardín. Y es preciosa. Justo delante de las ventanas hay una Virgen medieval que da un poco de miedo. Aunque el tacto de la madera es curioso porque está como cuarteada... da la sensación de que ha vivido mucho ese objeto y aunque puede resultar un poco...áspero al tacto, es interesante.



Se pueden visitar las cuatro naves que eran el estudio del pintor (donde trabajaba) e inmediatamente después su casa de dos plantas, con unos salones y unos muebles y una decoración muy auténtica y bien conservada. 

En la planta de arriba hay fotos del pintor. Algunos posados muy divertidos. Y autorretratos. Si os fijáis en los autorretratos (por favor, fijaros en ellos), tenía una postura favorita. Una mirada favorita. Es curioso. 
Siempre he dicho que se ve mucho del autor de una obra en lo que hace. Se ve muchísimo. 

Lo que más me ha gustado son los colores de las habitaciones. Y los cuadros. Eso de tener cuadros hasta el techo, con esos contrastes y esas luces... hay cuadros muy famosos pintados en esa pared. Al acercarme a uno de los lienzos me di cuenta de que el lenguaje es diferente cuando pintas sobre algo tan grande.

Todo en el fondo son lenguajes, ¿os lo había dicho? Las matemáticas son un lenguaje, el dibujo lo mismo... escribir es un lenguaje. Hay lenguajes que nos son, por algún motivo, cercanos desde el nacimiento y otros que no. Por ejemplo: no entiendo las matemáticas. Nunca me han gustado... sin embargo sí entiendo la pintura. De niña pintaba muchísimo: caballos, granjas, un águila sobre una cascada, paisajes... pero me ponías fórmulas matemáticas y lloraba. 

A lo mejor es que a mi mente no le gustaba lo cuadrículado JAJAJAJAJ!!!
JAJAJAJAJ!!!
ains, estoy fatal. Visitad el museo, en serio, merece la pena.

Saludos!!!!!

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