Shogun - Serie y Libro.

 


Queridos lectores, debéis saber que para escribir esta entrada me he preparado una infusión japonesa, me he tomado un tiempo de reflexión (pues ayer vi el que creo que es el último capítulo...) y le voy a dedicar mucho cuidado y atención. Porque creo que es una de las mejores series, por no decir la mejor, que he visto. Y no puedo separarlo de mi vida personal (lectora) y mis recuerdos del libro.

Habrá spoilers (es inevitable), así como también habrá subjetividad. 

Y, sin más, comencemos esta historia:

Sabéis que de niña leía todo lo que caía en mis manos y uno de los libros de la sección "de mayores" de la casa era Shogun. Digo "de mayores", porque yo tenía menos de quince...a decir verdad... menos de trece, pero bueno... eso da igual.

Yo, en aquella época, estaba enamorada de Japón. Pero del manga y anime. De hecho, no tenía ni idea de Japón. Cuando elegí el libro y pregunté a mi madre "¿de qué trata?", me contestó: de Japón. Y yo pensé: "Ah, pues ya está. Me va a gustar, seguro". 

Y empecé a leerlo.

Como os podéis imaginar, han pasado más de veinte años y yo no he vuelto a leer la novela, por lo que nos adentramos en el recuerdo (no seáis muy duros conmigo, si hay cosas que no son así). Mirad, mi primer recuerdo grabado a fuego es cuando el piloto llega a ese pueblo costero de Japón y en dicho pueblo tiene lugar una escena que también sale en la serie. Un vecino no inclina la cabeza ante un samurái y se la cortan en el acto.

"Nelly-niña" alzó las cejas del libro en ese instante, confusa.

Y pensé: "bueno...", como negando lo que acababa de ocurrir (un poco sorprendida) y seguí leyendo. "Bueno, vale... se han pasado un poco... Esto debe de estar mal...."

En el libro, como en la serie, es verdad que ocurren esos diálogos de "ojalá te mueras (o similar)" al señor feudal por parte del marinero y el japonés que se ríe de él y él que se ríe del japonés, todo con mucha tensión, pero como no se entienden el uno al otro... Eso es una genialidad.

Ahora bien, lo que me marcó mucho de niña fue la escena del acantilado. Cosa que también sale en la serie. Recuerdo que el señor feudal se queda atrapado en aquel acantilado... y uno de sus vasallos grita ¡banzai! y se lanza al vacío para morir en un peñasco a pocos metros del señor feudal y que este gire la cabeza. Y se de cuenta de que allí hay una cuerda que puede salvarlo.

Fue en ese punto en el que dejé de leer. Y recuerdo el libro porque acudí a mi madre completamente escandalizada preguntando... ¡si estaban locos!

Eso era Japón.

No los animes de personajes voladores de pelo morado que yo veía. No las batallas de Son Goku y los balones volando sobre un campo de futbol con curvatura (¡jajajaj, ¿cuánto medía ese campo de Oliver y Benji?!) Yo no tenía ni la más remota idea de Japón. Sí, me sabía muchas cosas, pero no... no de las que importan.

Mi madre, viendo a su hija completamente indignada por el desprecio más absoluto a la vida humana (¡una cuerda, cielo santo se ha matado para que vea una simple cuerda!) respondió con serenidad:

-Sí, claro. "Honor por delante de la vida"

Con lo cuál, Nelly-niña regresó a la lectura completamente en desacuerdo.

Y qué lectura.

Hablaba de Anjín, sí, que me daba igual si era inglés u holandes... él creía que el escorbuto y las enfermedades venían por la luz del sol. ¡Jajajaja! No se bañaba, los japoneses sí... cada dos por tres. Lo leía todo maravillada. Leía y leía sobre la historia del señor Toranaga y del Taiko.

Y leía y leía sobre lealtades que cambiaban. Todo el tiempo, como en la serie.

Hasta que leí también una escena en la que el anjin pide quitarse la vida. En ese punto volví de nuevo a mi madre:

-¡¡¿Será posible esto??!!

Y mi madre, sonriendo, me dijo:

-Claro, ha aprendido.

-¡Pero qué aprender ni que...! ¿¿¿Pero es que son todos idiotas...???

Y mi madre se echó a reír.

Dicha escena, en la que se vuelve japonés, es el broche de la serie (yo en el libro la recuerdo antes) al menos en su primera temporada.

Cada vez que algo les ofendía, se quitaban la vida. "No puedo vivir con esto... déjame morir". ¿¿??¿¿??

Yo estaba fascinada.

Recuerdo leer al anjin diciendo que necesita un baño, ... cuando vuelve junto a los suyos.

No recuerdo que cierto personaje de la serie que muere... muera en la novela. De hecho, yo creo que no muere.

Recuerdo las peleas con la iglesia. Y muchas más cosas.

Pero lo que más recuerdo es la sensación de la última página.

Porque ese libro, internautas, acaba con un final "de cuento". Épico. Claro. Concluyente. Eso sí lo recuerdo.

Ese libro termina con la certeza de que Toranaga, el más débil de los regentes (eso también lo recuerdo, así lo pintan en la novela: el más mayor, el más débil, el más... ) es Shogun.

Así que acabas la historia tras ver como han ido cayendo las piezas de dominó y yo sentí que era una obra estupenda. Porque todo estaba orquestado por él. 

Y ahora vamos a la serie.

Ya os dije, en pleno cabreo laboral, que Toranaga no quería la guerra. Que a toda costa trataba de evitarla y vi luego que en la serie se repetían mis palabras. Teniendo en cuenta que yo había leído el libro hacía más de veinte años y que apenas había adelantos en la serie de lo que estaba por venir... haber captado la esencia del personaje me hizo sentir orgullo.

Y me alegré.

Pero es que en el último capítulo... se me ha complicado un poco la emocionalidad del asunto y ahí tiene que ver mi compañero de trabajo.

En el último capítulo de la serie Toranaga revela, en una conversación magistral con el señor feudal que sabéis que va a morir, sus planes y cómo ve el mundo.

Pero antes de eso le quita la espada al Anjin de una manera que me dejó enamorada. Qué fuerza. 

¿Os acordáis del muchacho de la tienda de Japón de mi viaje en 2018?

Yo lo siento mucho pero... seres en apariencia débiles, con semejante estoicidad y que de pronto muestran una fortaleza y sabiduría tan grandes a mí me enamoran.

Y cuando yo me enamoro... no tengo medida en la lealtad.

Que, por cierto, no se mide. O se entrega o no se entrega.

Así que entiendo a Mariko-Sama. Hasta cierto punto. Porque su personaje es tremendamente leal en la serie.

Así que cuando el anjin se enfada, lo que me recordó muchísimo a cuando yo me enfado, y va a gritarle a Toranaga, lo que me recordó muchísimo a cuando yo le cuento mis penas al compañero... y el otro le desarma con tanta facilidad y demostrando que es un samurai, cosa que no ha hecho hasta ahora en toda la serie... Pues te quedas con "cara de idiota". ¡Jajajaja!

Pasado ese momento, en el que piensas: "Nah, bueno, es casualidad... claro que él sabe más que el anjin, claro que es un maestro, claro que..."

Entonces llega esa parte en la que le revela los planes al condenado y le dice:

-Sí, muchas veces pensé en matar al anjín, pero es que me hacía reír. Y mis enemigos necesitan una distracción.

"Me hacía reír".

Yo me enfado y mi compañero se acaba riendo, pero no porque se ría de mí, bueno.. hoy me ha dicho: "me hace gracia el enfoque" y se ha reído y eso que está "cegato" y no me ha entendido. Le dije algo malo de Toranaga, porque como son iguales quería provocarlo.

Me ha salido mal porque se pensó que lo que le dije era realmente lo que pienso. ¡Claro que Toranaga es mayor! ¡Lo es! Al menos en el libro. Y eso pensaba yo ayer, viendo la serie (con un actor más joven) y dándome cuenta de que estaba celosa de sus consortes.

¿A quién no le gustaría una persona así como marido?

Y diréis: "Hombre, Nelly, que quema el barco del anjín". Vale. Ahí no estoy de acuerdo con él, igual que una vez le dije al compañero: "Esto no me parece ético y yo no lo haría así... y discrepo". Y no pareció verse muy afectado por mi opinión y ¿sabéis qué? Es igual que Toranaga.

Si tuviera que decir en qué exactamente, pues no es nada japonés, la clave está en cuando el condenado a muerte le dice: 

-¿Qué se siente al controlar el viento? Decir una palabra y el viento te obedece... a dominarlo (algo así)

Y va Toranaga y contesta:

-Yo no domino el viento... lo estudio.

¡Chis pum! ¡Ya está! ¡Ese es mi compañero!

Estoicismo, no consigues adivinar lo que piensa y mueve a la gente una barbaridad.

Tengo celos.

¡Jajajaj! ¡Yo por más que lo intento, me cuesta horrores manipularlos a todos y acabo muy cansada!

Dicho todo esto, me voy a atender labores escritoriles y después a pasear por el Retiro.

He acabado la dichosa serie enamorada de Toranaga. Pero no un poco, no... Enamorada hasta límites adorativos, todo porque el actor, guionista, escritor, iluminador, promotor, creador y difusor de la serie ha tenido ha bien hacer un trabajazo bien hecho y respetuoso con la obra. Es un éxito bien merecido de Disney Plus y todos los que han participado en la historia, es un trabajón de los actores, que lo hacen maravillosamente bien, y deseo de todo corazón que tengan una vida llena de éxitos y felicidad y salud.

En el que es el Día del Libro.

 


Hoy es el Día del Libro.

Así que vamos a recomendar unos cuantos:

Los Guardianes del Louvre -Jiro Taniguchi


Es una preciosidad. Tiene un dibujo maravilloso, viajas por varias épocas, la historia en sí es muy bonita. La verdad es que es una "novela gráfica" muy completa. En cuanto pueda, me la compro. Es preciosa, de verdad.

El Hotel Encantado - Wilkie Collins

Existe una película que se llama La Cumbre Escarlata o algo así. Si esa película te gusta, el libro te va a gustar. También si te gustan las nuevas de Poirot. Casa con fantasmas victoriana y un crimen. Bueno..., lo de si hay fantasmas o no es lo que tienes que averiguar...

En mis ojos (Bastien Vives) y En la cabeza de Sherlock Holmes, otras dos joyas...aunque del comic. Del libro de El relojero de Feligree Street, mejor ni hablamos.. ¡qué semana me pasé! Yo había comprado una novela sencilla de asesinatos... en fin, ese si lo encontráis, leedlo. Muy recomendable si tienes mentalidad juvenil. 

Tuareg

A dos páginas del final le dije a mi yo interior: "Aquí se ha pasado", a lo que siguió una pregunta a lo que yo respondí mentalmente: "Porque XXXXX, si fuera otra persona XXXXX. No tiene sentido. ¿Te das cuenta de que si fuera otra XXXXXX le daría XXXXX?? Es absurdo, debería XXXXX y XXXXX"

No puedo desvelaros la idea. 

El final es magistral.

A mí me dio un ataque de risa (pues por ahí iba la cosa). Cuando hablé con el autor, me dijo que uno de sus lectores lanzó el libro por la ventana de un hotel, jajajajaj.

No, en serio, es magistral. Es la estupidez humana convertida en obra. Diréis: "No lo entiendo, Nelly". ¿No trata de un desierto y un tuareg? Oh, sí. ¡Jajajajaja! Tratar, trata de eso. Es sólo que también va de obcecación.

La pasión turca

De esta no sé qué decir.... Así que mejor no digo nada.

Y, antes de despedirme, pues recomendaros que no dejéis de echar un vistazo a:

Sin noticias de Gurb.
El guardián entre el centeno.
El maestro de esgrima.
El cielo es azul, la tierra es blanca (romántica/costumbrista)
Tránsito (experiencias cercanas a la muerte...¡y mucho Titanic!)
Oveja Mansa (... las modas, el caos)
Seda (... muchos viajes en dos párrafos, ¡jajajaj! pero te va cambiando cosas)
El señor Nakano y las mujeres (romántica/costumbrista)
El señor de los Anillos
El Hobbit (o cómo usar lo malo para lo bueno... "Jinete del Barril" jajajaja)
Las Montañas de Buda
Yo antes de ti (... pasapalabra....)
El libro dos de la Saga del Pistolero (...dudo que a nadie le interese unas puertas y una playa... pero me compré el tres y solo el tres. El uno es brillante, también. Podéis leer el uno y saltaros las ocho novelas o doce novelas... Luego leed la última frase, jiji ji ji ji ji....Ay, señor King. Usted y sus...)
Las cuatro estaciones (Mismo autor, pasad de todas y leeros el cuento de Andy en la cárcel, el de la película Cadena Perpetúa. Leed: "caminaba por el patio como un hombre libre, que estuviera dando un paseo por el parque". Intentad que esa escena no se os quede grabada. Libertad independientemente de las circunstancias).
Matar a un Ruiseñor (diferencia entre lo Legal y Lo Correcto. Gran obra)
Y, por acabar, "Las Puertas de Seda" (de mi amiga Olalla. A la que se debe la reflexión de Pulqueria: "Las estrellas a este lado del Tigris eran las mismas, sólo que tenían otro nombre". Esta es una manera increíble de narrar cómo un personaje se adapta. Es el mejor de la obra, y solo es secundario. Ella se adapta, la protagonista griega, no. Gran final. Trata de un harén y una invasión).

Y con esto se terminan mis recomendaciones. No son muchas, me he dejado algunos libros... pero bueno.

¡Sed felices! :) 





En el que llegan los calcetines y yo me voy al Puy du Fou.

 ¡¡Ayer por fin llegaron mis copiados calcetines!!

En los mismos colores que tiene mi compañero, a saber: mostaza, verde, azul, naranja, violeta y rojo. 



¡¡¡¡Son enorrrmes!!!

Pero vienen dos juegos, es decir: 12 pares. 

¡¡Voy a empezar por los mostaza!!... Vale, me llegan casi a la rodilla... porque son de chico. ¡Pero son muy suaves y brillantes! Ya me siento más yo... ¡Jajajaja! Es broma, es broma. ¿Sabéis por qué empiezo por los amarillos... amarillo-mostaza? ¡Por que nadie los lleva!

En fin, con estos calcetines me voy al parque histórico de Toledo... Al Puy du Fou.

La primera vez que fuimos al Puy du Fou fue todo un acontecimiento. Lo organizamos, lo preparamos, lo esperamos... lo pasamos fenomenal, hice unas fotos chulísimas, volví con muy buen recuerdo de un barco y unas islas y mis amigos se rieron mucho porque capté a Lope de Vega, de lejos. 

Era una obra de teatro (es un parque de teatro) muy impactante pero salía Lope de Vega, muy alejado de nosotros, por los tejados. Yo fui la primera en darme cuenta de su posición pues, ¡por dónde podía aparecer un poeta-amante! Y mis amigos, sorprendidos cuando lo señalé con el dedo, se rieron y uno dijo:

-¡Jo, Nelly, es que le intuyes la presencia... jajajaja!  

Pero se reían porque Lope tenía muchas novias. Y era poeta. 

La segunda vez que fuimos al Puy du Fou hubo "movida". Teníamos que pernoctar en Toledo y yo no me llevo bien con la incertidumbre. Me pidieron organizar y yo organizando soy muy básica: o sí, o no. Pero "ay, sí, pero no, pero quizá pero te lo digo luego...", es complicado. 

Fuimos tres y dormimos en casa de un amigo. El Puy du Fou nocturno también es muy impresionante.

Me olvidé del Parque y hace unos días sonó el teléfono.

-¡Hola!

-Hola, Nelly, ¿cómo estás? Oye, una pregunta, ¿te apetece ir al Puy du Fou?

Mi cara, perpleja.

-¿Al Puy du Fou?

-Sí, mira, puedo llevar un acompañante pero ... es que no sé, me regala la entrada el periódico. Si vienes tú, voy. Si no, pues no... Nunca he estado, es por dar una vuelta.

Rápidamente en mi interior se desata "un caos". Valorando pros- y contras y pros- y agendas y... Con tanto caos, es difícil atender a mi amigo. 

-Al Puy du Fou -repito.

Últimamente, hago más caso a mi yo interior antes de responder.

La cuestión es: se trata de un domingo, yo ya he estado en el parque, al ser domingo no quiero estar tarde en casa, al día siguiente se trabaja. Pero el parque es una pasada... sobre todo el teatro giratorio con caballos, con el mar... y la historia del Cid. Y me comenta la opción de verlo gratis.

La reflexión termina con la firme creencia de que nada llega por "casualidad".

Llegamos un acuerdo con los horarios y acepto.

Pocos días después, un amigo de Toledo viene a Madrid y le comento este plan imprevisto. Es uno de los que estuvo conmigo en el parque las dos ocasiones anteriores.

-¡Hombre, pues te va a encantar...! ¿Sabes que han puesto un nuevo escenario y una nueva atracción de romanos contra visigodos?

No tenía ni idea.

-¿Pero tú has vuelto a ir? -pregunto, sorprendida.

-Con mi sobrino.

Vaya, qué cosas.

-Así que tú has ido tres veces.

-Eso es.

Doy un sorbo al café.

-Pues esto ha sido casualidad... -le explico-. XXX no ha ido nunca y me pidió que lo acompañara.

-Seguramente tendrá que hacer una reseña en su periódico.

-¡Jajajaja! Sí -contesté.

Es el mundo medios/publicidad.

¡En fin, que llego tarde! Me voy con mis calcetines mostaza.

:D 

En el que sigue la historia.

 


Mis calcetines no llegan. 

Mi compañero de trabajo me enseña. El Universo me enseña. En una confabulación maravillosamente perfecta. Hasta me llegan vídeos increíbles de actores al otro lado del mundo hablando en inglés con un poema, sobre cada emoción que te llega...

No, en serio, un vídeo de Helena Bonham Carter. En inglés. No lo entiendo y sí lo entiendo. Dice algo así como que el ser humano es una casa. A esa casa, a su puerta llegan huéspedes diferentes. Cada día uno diferente, no siempre hermosos, hay depresión, malicia, ... acógelos a todos con honorabilidad.

Mi cara escuchándolo--> O.O

(¿Acaba de decir "honorabilidad"?)

Y añade algo que entiendo sin entender... añade... invítalos y trátalos por igual.

Y YO: "¿¿¿¿qué trate bien a las tristezas y decepciones????"

Y Helena... o El Universo... insistiendo:

Trátalos a todos por igual y con una sonrisa... y puede que descubras algo.

Y Yo: ¿¿¿¿Honorabilidad????? ¿¿¿¿Ha usado ese término para decir que acoja la decepción, tristeza y enfado y decepción y...?

¿Sabéis lo que es una persona honorable? Pues, yo me imagino un caballero victoriano, pero es que ser honorable implica muchas cosas. Ser honorable implica buen trato, cortesía, honestidad, buenas maneras, saber estar.

¿Quieres que acoja la tristeza con honorabilidad?

Respuesta del poema: Sí.

Y Yo. 🤔

"Ah... bueno, vale".

Tiene gracia porque estaba un poco deprimida.

"Muy bien, pues... estupendo, pues no me peleo con lo que siento".

Helena: "Quizá entonces descubras un nuevo deleite"

Digo yo que dice eso, o eso entiendo sin entender. Algo relativo al placer y la luz. .. Desde luego dice light. Y De-light. Es muy raro lo que me pasa con el inglés.

Madnes, depression..

Sí, sí, lo pillo. 

Sé agradecid@.

Frunzo el ceño.

Cada uno de ellos ha sido enviado para guiarte... FROM BEYOND.

"Beyond"

Beyond, beyond---> "más allá". Hacía mucho que no escuchaba esa palabra. 

Aaaaahhhh

Mi cara: ^o^

¡¡Qué poema tan bonito!!! 

(from beyond...)

No sé quién es RUMI pero qué poema tan bonito. ¡Mira que comparar nuestra mente con una casa!

(¿a qué llamamos "más allá" realmente?)

To guide you...

Me levanto. Pongo música. "Huéspedes... las emociones como huéspedes temporales"...

Y limpio la casa, bailando. 

:) 

Sed felices. 

En el que me compro sus calcetines.

 


Os voy a contar un secreto....

..... me compré los calcetines que lleva mi compañero de trabajo... ¡¡¡Ssssshhh!!! No se lo digáis a nadie. Harta de buscar y buscar... los he comprado de hombre y no importa, no importa, ¡porque nadie va a enterarse!

Es un secreto.

También tengo unos calcetines de mi querido actor, pero esa es otra historia.

Dentro de mis "poco habituales cosas" está que me chiflan los calcetines. Pero mucho.

En realidad nadie lo sabe. Bueno, lo sé yo... y ahora vosotros. Pero el hecho de que me fascine mirar por debajo de la mesa para ver los calcetines del Muso ¡jajajajaj!... No, espera, no es por lo que vosotros creéis. 

Es que un día los llevaba desparejos. Fue hace mucho, la verdad... Ahora los lleva "parejos" de colores chillones. Me chiflan sus calcetines.

Y, harta de desearlos, al final me los he comprado yo.

Entiendo que un 39 es un 39... seas hombre o mujer. Cierto que yo uso una talla 38 pero, ¡son calcetines! ¡Quién lo va a notar! ¡Nadie!

Y sin son largos y grandes me los subiré hasta la pantorrilla e iré de colores.

¡Jajajajja!

No quiero joyas. Yo quiero calcetines.

:P 

Pero no se lo digáis.

Yo no se lo voy a decir, ¡qué vergüenza! La gente se compra "cosas de marca" y no imita calcetines sin marca. Me acuerdo de un ex-novio que tuve hace muuuucho tiempo, que le dijo a un amigo suyo, en tono de broma:

-¿Ella? Le regalas una joya y no sabe que hacer con ella....pero llegas un día a casa con una bolsa de papel con comida de un restaurante nuevo y le brillan los ojos...

Pues claro..

A ver, ¿acaso te puedes comer una pulsera? ¡No! Sin embargo, ¡una bolsa de papel marrón es un misterio!

¡Como sus calcetines!

¡Jajajaja! ;D 

Libros y pequeña corrección.

 ¿Sabéis una cosa? Encontré el corte de la serie Big Bang Theory al que me refería con la bandera y Sheldon disfrazado de Betsy Ross. Entendí por qué me hace mucha gracia toda la escena (es una auténtica payasada...) pero en honor a la verdad, pues no la encuentro traducida, creo que no dice "falacia" sino "majaaaderíiiiia", ¡Jajajajaj! Es que me resulta muy gracioso como se enfada y lo que dice.

Acabo de ver el último capítulo de Shogun (ya os vale, guionistas) y también tengo que deciros algo. Bueno, me ha encantado, por supuesto. De hecho, estoy casi enfadada... Pero debéis saber una cosa, y casi tengo olvidado el libro, en él quién pide hacerse el sepukku es el Anjin. Esa escena no sale en la serie. Yo la novela casi no la recuerdo, obviamente, la leí con doce o trece años... con once leí El Señor de los Anillos. Entre medias.... o poco después, cayó Tiburón (de la que hablaremos otro día). De Shogun recuerdo mucho el inicio, lo del acantilado, lo de hablar y reírse porque no le entiende el otro y estar enfadado pero como no lo entienden... Recuerdo como el Anjin se adapta. Eso sí. Y recuerdo cuando se vuelve japonés. Lo dice así, el libro. "Se volvió japonés". Y fue cuando, en plena reunión, dijo: "Pues permitidme quitarme la vida". Lo recuerdo porque si yo estaba enfadada con esa facilidad para quitarse la vida tooodo el tiempo, con aquel giro me enfadé con él. "¡Hala, otro!" En verdad es una estratagema. Eso no ha salido en la serie. Pero no importa porque sigue siendo una serie fantástica, coherente, con ritmo, bien hilada, fiel a la novela o a su espíritu por lo menos, respetuosa y -encima-, en japonés. Lo que es arriesgado. 

Iba a hablaros de más libros pero es que no tengo mucho que decir que sea políticamente aceptable. Bueno, yo os lo cuento: Farenheith y 1984 se van a ir fuera de la casa. Sé lo que me diría un adepto a la literatura. Son clásicos.

Pero es que me caen mal.

El de El Partido me deprime profundamente. No soporto al protagonista. Y en cuanto al otro, ya sabéis que el autor hace trampas. O dulce, o salvaje. Uno de los dos narradores no es real. Es fingido. Y a mí no me llama mucho una novela de "quemar libros"... que mezcla claros y luz de luna y belleza con "sus tripas estaban espachurradas por el salón". 

(Mirada penetrante...) Nelly-modo-detective-on: "Uno de los dos estilos no es el suyo, es una pose". 

Apuesto a que el estilo más duro es su yo real.

No uses fingimientos al escribir.

Diréis, "Bueno, Nelly, los autores saben ser versátiles"

No. No es lo mismo. O "claros de luna" o "tripas por el salón". Los dos, en la misma novela, separados por pocos párrafos crean algo que los críticos adoran pero que yo llamo de otra manera. Yo también construyo con palabras. Uno de esos narradores es real. El otro, no.

Igual debería leer "Crónicas Marcianas". Lo digo porque con Dalh, de niña, me hizo trampas y sin embargo pensé que era un genio. Al leer sus cuentos he conocido a Dalh de verdad. Él está en sus cuentos. Ese humor negro está por todas partes (El ascensor) así que no es que fuera un autor juvenil con ese ribete de humor negro. Es un autor de humor negro que decidió escribir juvenil.

Os cuento mi experiencia con Dalh y con esto acabo la entrada. Yo era muy pequeña y leía Charlie y la Fábrica de Chocolate. Y leyendo ese libro felizmente recuerdo que le dije a mi yo interior: "Nah, tranquilo porque está prohibido matar niños en las novelas".

Prohibido. 

Y justo entonces a Augustus Glup lo absorbe una tubería. Y recuerdo que lo tuve que leer dos veces (pasé la página pero volví atrás). Sorprendida. 

"¿Espera, qué...???"

Y eso está en Dalh todo el tiempo.

Sólo que en las novelas adultas se olvida al marido dentro del ascensor. ¡Jajajajaj! Tiene un cuento increíble de bueno. 

En fin, igual es sólo una opinión personal. Pero Dalh es diferente. Él usa el humor, y lo adapta a los niños pero sigue siendo él. No es un artificio. Sin embargo la prosa de Bradbury sí es un tejemaneje. Dos visiones tan diferentes y contrarias crean confusión. No es que sea salvaje y se impregne de cierta dulzura. No. Si tú hablas de claros de luna y de belleza comparable a las ninfas de la noche sabes de sobra el ambiente que estás creando. Y si acto seguido abres una puerta y hay sangre por el suelo sabes de sobra que estás jugando con el contraste. Para algunos críticos es genialidad. Yo no estoy de acuerdo con esa forma de construir.

No me gusta que me tomen el pelo como lectora. 

:P Pero, ¡bah! ¡qué sabre yo! Soy comercial y he leído cinco veces a Wilkie Collins y su Hotel Encantado. Mi novela favorita es Middlesex y no soporto Crimen y Castigo, por más que intento leerlo.

No soy una autora ni lectora culta. Sólo sé lo que me gusta y lo que no.

Y esto, queridos internautas, no es más que una opinión personal.

¡Saludos! (si la cambio, os aviso) 


fuente imagen: clic

De meditaciones y casualidades.

 



A mediados de semana pensé escribir una entrada con momentos de series que me hacían reír mucho, porque pensé que eso me distraería. Hablaba de un momento en Big Bang Theory cuando Sheldon usa la palabra falacia para referirse a un evento sobre la bandera norteamericana que me hace reír mucho, por cómo lo dice (culpa, quizás, del doblaje...) y porque se enfada mucho con la creencia común errónea de quién inventó la bandera. Acabada la entrada, donde hablaba de Los Simpsons, de economía y de más cosas me dije a mi misma: "No puedes publicar esto".

Mi "yo interior" a menudo contesta sin palabras. Pero lo que yo le digo a él sí se expresa en un pensamiento:

"¡Pues porque a nadie le interesa que te haga gracia el uso de la palabra falacia! Así que borra la entrada y se acabó!!!".

Y borré la entrada.

Esa noche soñé con mi compañero de trabajo. Le contaba, muy estresada, lo que me preocupaba y él me decía: ¿por qué te enfadas? y se ponía a cantar.

Casualmente, al día siguiente, fui a verlo y le conté, muy estresada, lo que me angustiaba (además del sueño) y él no sólo me escuchó y me dio buenas sugerencias, sino que además dijo:

-La xxxxxxx es una falacia....

¡Jajajajajajajajaja! 

No se me va a olvidar esa frase. No os la voy a revelar entera, por si me lee. Además, estoy de acuerdo con su afirmación. Cierto se que puedes hacer varias cosas si unas van en segundo plano, pero es realmente estresante hacer varias en primer plano, a la vez. Es más, es imposible.

Fue el uso del término "falacia" lo que me hizo reír muchísimo porque es poco habitual. Y me dije a mi misma: "Falacia..., qué casualidad". Y le dije: ¡qué casualidad! y él me corrigió. Creo que no cree en las casualidades. Me dijo que no lo era. 

Al llegar el viernes, por la tarde, fui a meditar. Antes de ir, mi compañero me dijo: "¡Cuidado con el escalón!" refiriéndose a cierta tarea laboral y le dije: "Descuida".

Pero resulta que me tropecé dos veces ese día por la tarde. Y me dije a mi misma: "Si te dice que tengas cuidado con el pañuelo rosa, vería pañuelos rosas por todas partes. El truco es que cuando te dicen que no pienses en algo, piensas en ese algo... Así que ahora te darás cuenta de cada vez que tropieces porque él ha dicho algo de un escalón... cuando el evento del que habla se ha pospuesto y no lo sabe".

Así argumentaba yo para mis adentros mientras iba a meditar.

Debo decir que la meditación no salió como esperaba. Llevo ya dos días en el Templo que acabo con un dolor terrible cuando medito. La primera vez culpé al cojín. Era muy duro, pensé. En esta ocasión me fijé en que la guía había puesto unos cojines diferentes... pero como a los cuarenta minutos o así de empezar la práctica yo...

Me empecé a sentir fatal. Y claro:

"¿Qué es? ¿Es el cojín?... ¿es el estómago??? ¿Pero qué pasa??"

Y cada vez peor y cada vez peor y cada vez con más nauseas y entonces:

"Me he envenado", ¡Jajajajajaj!

No, en serio, el malestar tomaba cariz de corte de digestión, o algo. 

Os doy mi palabra. Allí, tumbada, pensando: ¿¿¿qué tomé que me sentó tan mal??? ¿el agua? ¡Oh, cielos, voy montar una escena si interrumpo una práctica porque me dan náuseas! "El agua no era potable" Me obsesionó la idea. 

Aguanté como pude... realmente como pude, y cuando sonó el ¡gong! salí como un rayo, tras una despedida brevísima, y salí a la calle y pensé: "Por favor, que no te de un jamacuco aquí!" Que yo soy una chica muy vergonzosa y no entendía lo que me estaba pasando. Unas ganas de vomitar terribles.

Regresé a casa muy, muy, muy, muy, muy, muy despacio. Los caracoles a mi lado eran de carreras. 

Y pensé: "Vale, la siguiente meditación te la saltas".

Medito mucho en casa pero no encuentro explicación para lo del Templo. Es como si el aire estuviera muy cargado. De hecho, al salir el aire de Madrid estaba demasiado sucio. Y me dije a mi misma: "No empecemos con el exceso de sensibilidad". Y, afortunadamente, había contratado una excursión fuera de la ciudad así que.... ¡menos mal!

Al respirar en el campo el aire era diferente. Lo noté llegar hasta donde tiene que llegar. Aire limpio. Campo, nieve... un río. No sé qué niveles de contaminación tenía Madrid el viernes pero os aseguro que era irrespirable.

Antes de llegar a la montaña, ocurrió otra cosa curiosa. Una de las cosas que me había "ofendido" esta semana pero que no le había contado a nadie es que una chica del trabajo entró en la oficina pidiendo dinero para pagar un taxi.

Alcé las cejas sorprendida. Y le dije a mi yo interior: "Ni se te ocurra..."

Mi yo interior contestó sin palabras y yo repliqué en forma de pensamiento: "Porque ya es el colmo usar un taxi para venir a trabajar sin tener dinero para pagarlo".

Es el colmo del caos. Del desorden. Y me enfadé. Entre bolígrafos que prestas y no vuelven, paraguas que dejas y no vuelven... ya el colmo era "déjame dinero para un taxi". 

A lo que siguió un apasionante debate con mi yo interior sobre cómo puedes coger un uber sin llevar dinero para pagar.

Para ir al punto de encuentro del viaje al campo yo pensaba usar el autobús. Pero al salir de casa me dije a mi misma: "Bueno, igual debería tomar un taxi". Con tal intención llegué al portal. Pero dio la casualidad de que me fijé en la opción de tomar un Uber. Sabía que llevaba 20 € en el bolsillo. Y me dije: "Bueno, pues úsalos para el uber que siempre es más barato". 

Encargué el viaje. Me dispuse a esperar y entonces me dije a mi misma: "Voy a revisar que lleve esos 20 euros, no sea que me pase como a la compañera que..."

Al revisar compruebo con estupor que solo llevo 10. Y el viaje cuesta 12.

-¡Jajajajaj! -oh, señor.

"¿Quién toma un uber sin llevar dinero para pagarlo? ¡Es el colmo de la irresponsabilidad!". Las palabras acudieron a mi mente no exentas de ironía.

Pues yo misma.

Esto, interanáutas, es una improbabilidad cósmica bastante curiosa. 

Pero no me enfadé.

Es más, se disparó mi parte creativa.

-Podría subir a casa de nuevo...

(¿En un minuto?...)

-No, cierto. Es poco tiempo.. ¡ya sé, le digo que me lleve a un cajero!

Eso hice. Pero ya en lugar de ser un viaje serio, fue un viaje distendido, hablando sobre aplicaciones, viajeros olvidadizos y demás. 

Lo gracioso es que en veinte años de usar taxis/ubers y demás, jamás he subido a uno sin tener la certeza de poder pagarlo. Me preguntaréis: ¿y por qué no usaste la tarjeta? Pues porque precisamente lo tengo puesto solo para efectivo. Y me diréis lo que me dijo el conductor de Uber: ¿por qué no cambias el método de pago? Pues porque lo hicimos pero misteriosamente la aplicación no lo aceptó. Cosa que le dejó a él tan sorprendido como a mí, o mejor dicho, a mí no me sorprendió porque son el tipo de cosas extrañas que me ocurren. Como que el compañero use la palabra falacia por primera vez en 14 años de relación laboral, justamente el día posterior a que yo me pase diez minutos reflexionando sobre el término.

"No lo creas, es una falacia."

Ya puestos a aclararlo, el personaje de la serie estaba muy disgustado y sin venir a cuento dijo que la creencia popular de cierta persona había inventado la bandera norteamericana era una auténtiiiica falaaAcia... Lo que me hizo gracia por cómo lo dijo.

El caso es que llegué a la montaña, hice amigas en el trayecto (no sé, nos juntamos cuatro en el punto de encuentro e hicimos buenas migas) y nada más entrar al refugio de montaña, caminado despistada me salto un escalón y no me voy de bruces de milagro, pensando, eso sí, mientras me caía:

"¡Esta no cuenta!"

Refiriéndome, claro está, al compañero y su advertencia: Cuidado con el escalón.

Y diciendo mi "yo interior" que claro, claro, no cuenta...  Y yo reiterando que es todo casualidad.

Subimos la montaña partidos de risa porque el guía sumó 4 kilómetros más a la ruta y si aquello era un "nivel principiante", el viaje de Frodo a Mordor era un intermedio... Yo no hacía más que pensar en que me parezco a Bilbo Bolsón cuando sale de viaje... Llevaba una mochila exagerada, cargada con agua, comida, fruta, ropa de abrigo, una muda... como si me fuera a la Patagonia y dio la casualidad de que tomé tres desayunos. Como los Hobbits.

Fue muy divertido.

:D En conclusión: nunca subas a un Uber sin dinero y por si acaso no lleves la contraria al compañero. 

 

 

 

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